¿Qué Es El Trastorno De Morderse Las Uñas (Onicofagia)?

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Morderse las uñas es un comportamiento que puede afectar negativamente la vida de las personas. Esta condición crónica, común en niños y jóvenes, puede persistir hasta la edad adulta. Conocida médicamente como onicofagia, implica morder y, en algunos casos, ingerir las uñas llevando uno o varios dedos a la boca.

El término onicofagia proviene del griego “onycho”, que significa uña, y “phagia”, que significa comer o consumir. Este comportamiento se explica a menudo como una respuesta a la tensión acumulada y al alivio o satisfacción que se siente después de morderse las uñas.

Se estima que aproximadamente 1 de cada 5 personas tiene el hábito de morderse las uñas. Entre los niños, la proporción es de 1 de cada 3. Algunas personas son conscientes de su hábito, mientras que otras lo realizan en respuesta a situaciones o estímulos específicos.

Aunque socialmente se percibe como un problema fácil de resolver, morderse las uñas suele estar vinculado a factores emocionales como estrés, ansiedad o malestar y puede convertirse en un comportamiento automático. Para muchos, este hábito desaparece durante la adolescencia tardía o la adultez temprana.

Las personas con hábitos de morderse las uñas se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • Aquellos que lo hacen de forma inconsciente
  • Aquellos que se muerden las uñas para controlar la ansiedad
  • Quienes lo hacen para llamar la atención
  • Aquellos que expresan ira dañando sus uñas
  • Onicofagia dentro del espectro del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC)
  • Diferenciación entre hábito patológico y no patológico
Ilustración de un hombre mordiéndose las uñas debido a onicofagia

¿A qué edad comienza el hábito de morderse las uñas?

Por lo general, comienza en la infancia, después de los 3 o 4 años. Los niños que usan prolongadamente biberones o chupetes tienen mayor riesgo4. Actividades como chuparse el pulgar o usar chupete ayudan a calmarse, y morderse las uñas puede cumplir una función similar.

También puede comenzar en la adultez, incluso si no se presentó en la infancia. Adultos bajo estrés elevado, como estudiantes universitarios, son más propensos a desarrollar este hábito5. Además, rasgos de personalidad perfeccionista aumentan la susceptibilidad.

Síntomas del trastorno de morderse las uñas

El DSM-5 clasifica la onicofagia como un “trastorno de comportamiento repetitivo centrado en el cuerpo” dentro del espectro del TOC. Puede coexistir con otros comportamientos como arrancarse el pelo (tricotilomanía) o rascarse la piel (trastorno de escoriación). Los síntomas frecuentes incluyen:

  • Inquietud o tensión antes de morderse las uñas
  • Sensación de alivio o placer después de morderse
  • Vergüenza, ansiedad o culpa por el daño a uñas y piel
  • Intentos fallidos de dejar el hábito
  • Miedo a que otros noten o se sientan repulsivos por sus uñas
  • Aislamiento social o relaciones tensas por vergüenza o burla
  • Daño en tejidos, uñas y lechos ungueales
  • Lesiones orales, problemas dentales, abscesos o infecciones

Causas del trastorno de morderse las uñas

¿Es la onicofagia un problema psicológico? Puede ser un comportamiento común o un trastorno según sus causas subyacentes. Entre los desencadenantes más frecuentes se encuentran:

Genética

Estudios sugieren un componente genético. Más del 30% de los afectados tiene un familiar con el mismo hábito1. Si es un progenitor, la probabilidad aumenta al 75%2. Estudios en gemelos muestran que los gemelos idénticos tienden a morderse las uñas más que los fraternos.

Emociones incontrolables

A menudo está asociado con ansiedad. Alrededor del 25% de quienes lo padecen cumplen criterios para TOC o trastornos de ansiedad. La frustración y la ira, especialmente en ambientes familiares hostiles, también pueden manifestarse como onicofagia7.

Aburrimiento o inquietud

Puede surgir por estrés, aburrimiento o inactividad. Para algunos, se convierte en un hábito al leer o esperar en fila.

Otros problemas psiquiátricos

Se asocia también con:

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno negativista desafiante
  • Ansiedad por separación
  • Enuresis
  • Trastornos de tics
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Cómo intervenir en niños con hábito de morderse las uñas

Puede resolverse con intervenciones adecuadas en la infancia. Ridiculizar o avergonzar al niño puede empeorar el hábito, ya que puede ser un mecanismo de afrontamiento.

Los niños pueden sentirse cohibidos y evitar mostrar sus manos. Se recomienda dirigirlos hacia actividades que mantengan las manos ocupadas.

Intervención en la escuela

Entre 2014-2015, un proyecto en Turquía con enfermeras y servicios de salud escolar aplicó un programa de 6 semanas a unos 300 estudiantes, logrando disminuir significativamente el hábito8.

De manera similar, un estudio de 2011 ofreció sesiones de 35 minutos a familias y niños, reduciendo los síntomas a nivel personal, grupal y familiar9.

Libros infantiles

Libros preparados por psicólogos o expertos en desarrollo infantil pueden explicar el tema de forma comprensible, sin generar vergüenza.

Cómo dejar de morderse las uñas

Identificar los desencadenantes es fundamental. Además, se pueden aplicar cambios de comportamiento como:

  • Mantener las uñas cortas
  • Hacerse manicura
  • Mantener las manos ocupadas
  • Usar esmalte amargo
  • Gestionar el estrés y la ansiedad
Dibujo de una mujer que se ha mordido las uñas

Soluciones para el hábito de morderse las uñas

Existen métodos psicológicos para abordar este comportamiento. Buscar apoyo profesional puede ser muy útil. En casos de ansiedad intensa, puede ser necesario tratamiento psicoterapéutico o psiquiátrico con medicación.

1. Comprender los desencadenantes

Identificar cuándo y en presencia de quién ocurre el hábito permite sustituirlo por mecanismos de afrontamiento más saludables.

2. Encontrar alternativas

Reducir la frecuencia de morderse las uñas requiere alternativas de afrontamiento que no generen estrés adicional, como:

  • Yoga
  • Meditación
  • Ejercicios de respiración
  • Pasear
  • Leer
  • Ver algo entretenido
  • Hablar con un amigo, familiar o pareja

3. Cuidado de las uñas

Uñas secas, cutículas agrietadas o padrastros aumentan la tendencia a morderse. Mantenerlas hidratadas y arregladas ayuda a reducir la incomodidad y prevenir el hábito.

4. Uso de productos barrera

Productos que dificultan o hacen desagradable el hábito, como esmaltes amargos, pueden reducir la recompensa asociada al mismo.

5. Apoyo social

El apoyo social protege la salud mental y aumenta la resiliencia. Contar con personas cercanas durante momentos difíciles favorece el éxito al dejar el hábito.

6. Buscar ayuda profesional

Los comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo suelen relacionarse con ansiedad, ira, estrés, depresión u otros problemas psiquiátricos. En estos casos, el tratamiento psiquiátrico y la medicación (por ejemplo, ISRS) pueden ser necesarios. La terapia ayuda a entender las causas subyacentes y a intervenir directamente.

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

Se utiliza ampliamente para problemas de conducta, ayudando a sustituir distorsiones cognitivas y comportamientos no deseados por alternativas más saludables. Celebrar o premiar una semana de uñas limpias puede motivar y apoyar a la persona.

Terapia psicoanalítica y psicodinámica

Explora pensamientos y emociones inconscientes para descubrir deseos o emociones reprimidas que originan el hábito. Resolver estas causas inconscientes puede llevar a su cese.

Referencias

  1. Bakwin H., Bakwin R.M. Saunders; Philadelphia: 1972. Behavior disorders in children; pp. 306–510.
  2. Ooki S. Genetic and environmental influences on finger-sucking and nail-biting in Japanese twin children. Twin Res Hum Genet. 2005;8(4):320–327.
  3. Scientific American. Nail Biting May Arise from Perfectionism, July 2015. doi:10.1038/scientificamericanmind0715-15b
  4. Sabuncuoglu O., Orengul C., Bikmazer A., Kaynar S.Y. Breastfeeding and parafunctional oral habits in children with and without attention-deficit/hyperactivity disorder. Breastfeed Med. 2014;9(5):244–250.
  5. Lee, D. K., & Lipner, S. R. (2022). Update on Diagnosis and Management of Onychophagia and Onychotillomania. International journal of environmental research and public health, 19(6), 3392. https://doi.org/10.3390/ijerph19063392
  6. Baghchechi, M., Pelletier, J. L., & Jacob, S. E. (2020). Art of Prevention: The importance of tackling the nail biting habit. International journal of women's dermatology, 7(3), 309–313. https://doi.org/10.1016/j.ijwd.2020.09.008
  7. Siddiqui, J. A., & Qureshi, S. F. (2020). Onychophagia (Nail Biting): An overview. Indian Journal of Mental Health, 7(2), 97.
  8. Gür, K., Erol, S., & İncir, N. (2018). The effectiveness of a nail-biting prevention program among primary school students. Journal for Specialists in Pediatric Nursing, e12219. doi:10.1111/jspn.12219
  9. Ergun, A., Toprak, R., & Sisman, F. N. (2013). Impact of a Healthy Nails Program on Nail-Biting in Turkish Schoolchildren. The Journal of School Nursing, 29(6), 416–424. doi:10.1177/1059840513481386
*Los artículos de nuestro sitio no brindan asesoramiento médico y tienen solo fines informativos. No se puede diagnosticar un trastorno basándose en los artículos. Un trastorno sólo puede ser diagnosticado por un psiquiatra.

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